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Infecciones urinarias: ¿Por qué son más comunes en verano?

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Infecciones urinarias: ¿Por qué son más comunes en verano?

Muchas mujeres tienen el mal recuerdo de un verano en que tuvieron cistitis, infección que, al avanzar, va comprometiendo órganos como las vías urinarias, vejiga y riñones, si la persona no identifica sus síntomas a tiempo, pudiendo llagar a desarrollar una cistitis aguda bacteriana.

Sobre los síntomas de esta infección, se pueden reconocer rápidamente, ya que se caracterizan por generar dolor al momento de orinar (disura), aumento de la frecuencia miccional (polaquiuria), urgencia (no poder «aguantar») y sensación de dificultad para vaciar la orina.

A medida que la infección va avanzando, la presencia de cistitis provoca molestias más agudas como «mal olor, orina más oscura o también puede aparecer sangre en la orina. Algunas pacientes pueden presentar dolor suprapúbico (bajo vientre) y lumbar. En ocasiones se presenta incontinencia urinaria», describe Diego Reyes, Jefe de Urología de Clínica Bupa Santiago

Para comprender cómo se origina una infección urinaria y prevenir su desarrollo, es importante saber que se produce por el ascenso de bacterias desde la zona perineal (anal) a la uretra, generando una infección en la vía urinaria. La causa más frecuente que propicia el desarrollo de una cistitis es la actividad sexual, ya que favorece la movilización de las bacterias.

¿Por qué es más común en verano?

En verano las consultas de mujeres con cistitis aguda aumentan, en comparación a otras estaciones del año, según revelan algunos estudios. Lamentablemente, la causa específica que provoca la mayor frecuencia de casos durante los meses de vacaciones aún no está clara, pero según explica el doctor de Clínica Bupa Santiago, las más frecuentes son:

  1. Mayor actividad sexual: El verano suele asociarse con un aumento en la actividad sexual, lo que incrementa las posibilidades de transportar bacterias desde la zona perineal a la uretra.
  2. Deshidratación debido a altas temperaturas: Las altas temperaturas pueden provocar una mayor deshidratación, generando una orina más concentrada y una menor frecuencia miccional, lo que facilita la proliferación bacteriana.
  3. Mayor humedad en la zona perineal: La persistencia de una mayor humedad en la zona perineal durante el verano también puede contribuir a la movilización de gérmenes hacia la vía urinaria.

«La cistitis es mucho más frecuente en mujeres, hasta un 50% de la población femenina presentará un episodio de cistitis durante su vida. Este fenómeno se explica porque la uretra es más corta en la mujer que en el hombre, y existe una mayor cercanía entre el meato urinario y el periné», dice Reyes.

Diagnóstico y tratamiento

Ante la sospecha de tener síntomas de cistitis, se recomienda consultar a un médico, ya que solo un especialista podrá realizar un adecuado diagnóstico, el cual se hace con un examen de orina completa y urocultivo, para luego iniciar un tratamiento.

«Las pacientes deberían consultar a un médico especialista en urología cuando presentan una infección urinaria complicada, con síntomas como fiebre o al sufrir infecciones urinarias recurrentes (más de 2 por año), antecedentes de alguna patología de vía urinaria o cuando los síntomas no desaparecen, a pesar de un adecuado tratamiento», explica el urólogo.

En cuanto al tratamiento que se receta a una persona con infección urinaria, en general, se aplican dosis de antibióticos orales de 5 a 7 días y analgésicos. Cabe destacar, que en muchos casos la la cistitis y sus síntomas se resuelven de manera espontánea, gracias al sistema inmune y mecanismo de defensa de nuestro organismo. En pacientes inmunosuprimidos con bajas defensas y enfermedades crónicas, como diabetes descompensada, las infecciones urinarias pueden ser severas.

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