El Omega-3, un nutriente esencial presente en pescados, mariscos y algunas semillas, desempeña un papel fundamental en todas las etapas del ciclo vital. Desde el desarrollo embrionario hasta la vejez, su importancia es innegable.

Por este motivo, en un esfuerzo por promover una alimentación más saludable y sostenible, las Guías Alimentarias para la población chilena en 2023 hacen un llamado enfático a la población para aumentar el consumo de pescados, mariscos y algas provenientes de fuentes autorizadas. Este mensaje se deriva de las recientemente publicadas

De acuerdo con un informe revelado en 2021 por la organización OCEANA, titulado «Contribución de las pesquerías nacionales al consumo humano interno en Chile», se ha constatado que cada chileno consume en promedio 12,67 kilos de pescado al año. Esto coloca a Chile en una destacada posición como una potencia pesquera a nivel mundial, ya que se encuentra entre los diez países que lideran la producción de pescados.

El mismo informe arrojó datos reveladores sobre los hábitos de consumo de productos del mar en el país. Según las estadísticas recopiladas, un 91% de las personas encuestadas declararon consumir productos del mar a lo largo de todo el año. De estos consumidores, el 98% opta por consumir los frescos, mientras que el 85% los adquiere en forma de conservas y un 46% en su versión congelada. Además, según la Encuesta Nacional de Consumo Alimentario (ENCA), se ha determinado que el consumo promedio de pescado en Chile es de 15,8 gramos por día.

Uno de los principales atractivos de los pescados y mariscos es su alto contenido de Omega 3, un ácido graso esencial que aporta numerosos beneficios a la salud. Para conservar sus propiedades nutricionales, se recomienda cocinarlos a fuego medio, al horno o a la plancha, a una temperatura inferior a 180°C. En cuanto a los pescados enlatados, se aconseja lavarlos bajo un chorro abundante de agua para reducir el contenido de sodio.

Es importante destacar que el Omega 3 desempeña un papel fundamental en la salud, ya que influye en el funcionamiento del corazón, los vasos sanguíneos, los pulmones, el sistema inmunológico y el sistema endocrino. Por lo tanto, el consumo insuficiente de alimentos ricos en este nutriente podría aumentar el riesgo de desarrollar diversas enfermedades.

En particular, durante el embarazo, el Omega 3 es crucial para el crecimiento y desarrollo del feto, además de prevenir complicaciones como el parto prematuro, la preeclampsia y la depresión posparto. En las personas mayores, este nutriente juega un papel esencial en el mantenimiento de las funciones mentales, como la memoria y el aprendizaje, ayudando a prevenir enfermedades neurodegenerativas como el Alzheimer y la demencia, según una revisión bibliográfica del año 2021 titulada «Uso de Omega». 3 como tratamiento antienvejecimiento.»

Para garantizar la seguridad del consumo de alimentos del mar, como pescados y mariscos, es fundamental adquirirlos en lugares autorizados que cuenten con resolución sanitaria. Al comprar estos productos, es importante verificar que cumplan con ciertas características, como ojos transparentes y brillantes, agallas de un color rosado intenso o rojizo, carne tersa y brillante, y un olor fresco y marino.

En el caso de los mariscos, se debe prestar atención a la brillantez de los ojos y antenas, la uniformidad y naturalidad del color del caparazón de acuerdo a la especie, y la dificultad para desprender la cabeza, además de asegurarse de que su aroma sea agradable. Estas precauciones ayudan a garantizar la frescura y calidad de los productos del mar que llegan a nuestra mesa, promoviendo así una alimentación más saludable y consciente en Chile.

Por: Valentina Mella Herraz y Catalina Varas Olivares

Estudiantes de 4to año – Nutrición y dietética | Universidad Católica del Norte