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Al volante de los cambios: Adriana Quijada, la conductora de ambulancia que dedica su vida a salvar a los demás

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Al volante de los cambios: Adriana Quijada, la conductora de ambulancia que dedica su vida a salvar a los demás

Uno de los rubros que ha sido históricamente un área masculina, es la conducción, por lo que emplear mujeres detrás del volante es un largo camino por recorrer. Si bien se han registrado avances, los estereotipos y prejuicios frenan la participación femenina en el sector de transporte.

Pese a todos los obstáculos que existen, en el Hospital San Pablo de Coquimbo hay una mujer de 54 años que desde hace más de dos años va detrás del volante en una ruta de difícil acceso, ya que los estereotipos de género asociados a la conducción muchas veces obstruyen el paso.

Su nombre es Adriana Quijada, conductora de ambulancia básica del recinto hospitalario de la comuna puerto, sus principales funciones son el traslado de paciente que van a controles de policlínicos, acompañar hasta al domicilio a aquellas personas que reciben el alta médica y además realiza viajes interregionales.

Adriana entró a trabajar en pleno auge de la pandemia de covid-19 justo “cuando muchos no se atrevían a asumir un cargo en hospital, a la gente le costaba decidirse por miedo al contagio y por todo lo que implicaba la emergencia”, confiesa con orgullo. Ella nos cuenta que siempre quiso dedicarse al área de la salud, pero en su momento no se dieron las oportunidades, el tiempo pasó menos sus ganas de servirle a la gente, como relata.

La verdad es que Adriana ya cuenta con bastante experiencia en la conducción, pues ella trabajó en minería, específicamente en maquinaria pesada. “Ahí sí que era la única mujer en el equipo completo, acá en el hospital si bien es cierto que soy la única conductora en traslado, trabajamos con las TENS que son mujeres y comparto con mujeres”, explica.

La entusiasta conductora destaca que desde el primer día ha sentido el apoyo de sus compañeros y opina que “está mal enfocado que, a veces, la gente diga que el ser mujer entre muchos hombres es difícil para ellas, yo creo que más les cuesta a ellos que llegue una al espacio que es dominado por ellos. Pero siempre me he sentido bien con ellos”.

En esa misma línea, Quijada sostiene que nunca se ha sentido discriminada por ser mujer en su ambiente laboral y declara que “de repente como en todos los lugares pueden existir algunos roces que son de momento, ya sea por la recarga de trabajo o estrés, pero nunca he sentido discriminación absoluta por parte de nadie”.

Relación con los pacientes

Durante la conversación, Adriana siempre recuerda las historias y anécdotas que le ha dejado el traslado de pacientes y manifiesta que su principal motivación en este rubro es el contacto con la gente. “Me gusta conocer distintas realidades y poder aportar un poquito, me motiva llevarle un poco de alegría, ya sea en el traslado hasta tu casa o hacia el hospital con la mayor empatía posible, de acuerdo con las condiciones en que se encuentre cada uno”, admite.

Por otro lado, nos comparte que varios pacientes se sorprenden al saber que es ella quien conduce la ambulancia. “Yo le digo que no se asuste, que yo manejo hace rato y cuando llegamos a su casa me felicitan, se sienten agradecidos”, menciona.

En relación con lo anterior se sincera y cree que esa conexión con las personas se da por su calidad humana. “No basta con poseer una licencia profesional, hay que ser empática y tener cariño por lo que uno está haciendo y eso a mí me sobra. A mí me encanta el trabajo”, declara con orgullo.

No obstante, Adriana confiesa que de las cosas más difíciles que enfrentan muchas mujeres en salud es que “no siempre se logra separar el rol de mamá en situaciones que se viven. Cuesta salirse de ese rol y entrar al de profesional”, revela.

El largo camino hacia la igualdad entre géneros

“Mujer al volante, peligro constante”, “mujer tenías que ser…”, “las mujeres estacionan mal…” ¿Cuántas veces hemos escuchado estas frases?, ¿por qué se dice esto si las estadísticas demuestran que no es cierto?

De hecho, según el sitio especializado Practicatest.cl, el año 2021, 29.693 conductores protagonizaron accidentes sufriendo algún tipo de lesiones o falleciendo. Si los separamos por género, más del 78% corresponde a hombres, mientras que el pequeño porcentaje restante lo componen personas de sexo femenino, resultados que se repiten en otras partes del mundo.

En este contexto, Adriana se muestra en contra de estas frases, y luego en forma de broma añade que “las que manejan mal es porque les enseñó un hombre”, dice entre risas. Ella apunta en que la obtención de la licencia va más allá del género, que se requieren de otras habilidades, como ser precavidos y disciplinados.

Sobre la poca participación de mujeres en el rubro de la conducción, Quijada opina que “que es un tema de costumbre, algo social, que siempre que se le daba la posibilidad solo a hombres, porque igual es un trabajo que se requiere fuerza en todos los sentidos”, lamenta.

Luego, argumenta que “hay que ser más firme de carácter porque se ven muchas cosas con las que lidiar, con el sentimiento que no te afecta 100%, por eso siempre buscaron al hombre por un tema de carácter, pero las mujeres servimos igual”, insiste.

Amor de familia, motor para superar retos

Porque uno de los mayores valores de la familia es la incondicionalidad, el cariño y el amor que en ella se respira. Es la atmósfera que acompaña a Adriana Quijada en toda esta labor que nos ha comentado en esta entrevista.

Adriana abre su corazón y cuenta que su familia es su mayor apoyo, “de hecho dos de tres de mis hijas son funcionarias de la salud y están felices porque saben que hago algo que me gusta”, cuenta emocionada. Además, cuenta que a veces coincide con una de sus hijas en los traslados y esta le saca foto y/o graba videos para compartirlo en sus redes sociales con mucho orgullo.

Finalmente, Adriana destaca que en este rubro “nunca se termina de aprender y lo más importante es que te tiene que gustar lo que estás haciendo, hay que ponerle todo el corazón o si no, no sirve”, sentencia.

Ver video del reportaje

Fotos y videos: Catalina Olivares

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