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Proyecto Panul: ¿Una medida para combatir la escasez hídrica o una amenaza a la biodiversidad?

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Proyecto Panul: ¿Una medida para combatir la escasez hídrica o una amenaza a la biodiversidad?

En la ciudad de Antofagasta se encuentra la planta desaladora de agua potable más grande de Latinoamérica la que abastece al 85% de la ciudad y al 100% de Mejillones.

Por: Monserratt Alfaro y Katherine Bahamondes

La Región de Coquimbo es parte del extenso territorio nacional que se encuentra afectado por la sequía, según el Centro de Ciencia del Clima y la Resiliencia, las precipitaciones llevan 12 años bajo el promedio climatológico, situación que se prolonga hasta la Araucanía. Por esta razón, se ha comenzado a hablar de un posible racionamiento de agua para el consumo humano. Ante esta situación, expertos de diferentes áreas concuerdan en que hay que tomar medidas inmediatas para mitigar los efectos de la llamada “megasequía”. En este sentido, el Proyecto Panul, impulsado por Aguas del Valle, se vislumbra como una solución para enfrentar la emergencia hídrica que vive la población de la conurbación de La Serena y Coquimbo. Sin embargo, esta futura desalinizadora enfrenta fuertes críticas por parte de movimientos ambientalistas, ya que la perciben como una amenaza que pone en peligro el ecosistema marino y el borde costero.

La crisis hídrica es resultado de múltiples factores, La Organización de Las Naciones Unidas (ONU) Chile presentó en 2021 un documento llamado Escasez Hídrica en Chile: Desafíos Pendientes, donde se identifican 7 dimensiones del problema de escasez hídrica: los efectos del cambio climático; presiones de las actividades productivas y/o extractivas; la gestión no integrada de los recursos hídricos; la falta de infraestructura adecuada; el marco legal que no explicita el derecho humano al agua y no prioriza el consumo humano; la dispersión institucional en la toma de decisiones; y disponibilidad y uso limitado de datos para la toma de decisiones.

El agua tiene una función fundamental en el desarrollo humano e influye en la salud, la producción de alimentos, el equilibrio de los ecosistemas, en las actividades industriales, entre otros. En este contexto, la escasez del recurso hídrico pone en riesgo la supervivencia de las personas y de la vida como se conoce. La Organización de Las Naciones Unidas (ONU) va incluso más allá y señala que la educación y la igualdad de género tienen una estrecha relación con la disponibilidad y la gestión sostenible del agua y el saneamiento para todos.  Ante esta situación, la ONU indica que dado lo esencial que es el agua para todos los aspectos de la vida, el enfrentar esta problemática de forma exitosa conllevaría una respuesta mundial y coordinada.

En este contexto, una innovación tecnológica serían las plantas desaladoras, las cuales se vislumbran como una solución a la crisis hídrica dada la gran extensión costera con la que cuenta el país. Sin embargo, actualmente estos proyectos generan un fuerte rechazo en las comunidades costeras.

El proyecto Panul que impulsa Aguas del Valle se encuentra en el paso administrativo final del procedimiento de evaluación ambiental con el que se califica los proyectos o actividades sometidos al Sistema de Evaluación de Impacto Ambiental (SEIA) y que contiene condiciones y exigencias con las cuales se debe cumplir. Asimismo, se espera que, si todo se da dentro de los márgenes esperados, la construcción de la planta comience en 2024 para empezar a funcionar en 2026.

El estudio de impacto ambiental del proyecto fue rechazado en mayo de este año por el SEIA, sin embargo, este volvió a ser ingresado con urgencia y sigue avanzando, asimismo, el descontento por parte de la comunidad sigue presente, el Movimiento Ecopanul, es un gran opositor a la realización de esta planta desaladora. Dicha agrupación tiene cinco años de existencia y se dedica a la educación, protección y conservación del patrimonio natural y cultural de El Panul. Los motivos de su rechazo están relacionados al impacto ambiental que generaría, desde Ecopanul señalan que se produciría una grave afectación del ecosistema marino debido al depósito de altas concentraciones de sal al mar. También, indican que la succión de agua modificaría la cadena alimenticia de las especies marinas e impactaría negativamente en la preservación ecológica.

En este aspecto, cabe recordar que el Panul alberga una especial concentración de biodiversidad caracterizada por niveles excepcionales de endemismo, con especies en peligro de extinción y en estado vulnerable, como lo son el Lucumillo, Guayacán, Papayo Silvestre o la Yaca. Asimismo, indican que la normativa medioambiental chilena no entrega garantías de fiscalización para el cumplimiento de lo que declara el proyecto.

Es por ello que la agrupación ha hecho público su descontento a través de manifestaciones en las que dan a conocer su oposición a la construcción de la desaladora y llama a la comunidad a involucrarse y ser parte del proceso de participación ciudadana, actividad que organiza el Servicio de Evaluación Ambiental en el cual se puede consultar y opinar, instancia que forma parte del proceso de evaluación al que se debe someter el proyecto.

Entre el año 2018 y 2020, la empresa Aguas del Valle realizó un estudio de prefactibilidad ambiental y social, en donde se evaluaron las condiciones del Panul para la construcción de la desaladora. Al respecto el gerente de la sanitaria

Andrés Nazer dijo “Hemos avanzado según lo proyectado; realizamos la planificación y análisis preliminares, solicitamos la concesión marítima y ejecutamos de forma voluntaria el proceso de Participación Ciudadana Anticipada, donde se invitó a la comunidad dentro del área de influencia del proyecto”.

Por otro lado, el Seremi de Obras Públicas de la Región de Coquimbo, Javier Sandoval, señaló que, si bien se le está dando énfasis al tema medioambiental, no existe la intención de generar un daño al ecosistema al dejar sal en lugares donde no se pueda asimilar. En el mismo sentido, el presidente Gabriel Boric destacó en marzo de este año que se tiene que seguir el ejemplo de la Región de Antofagasta, en la cual la mayoría del agua proviene de plantas desaladoras, aunque también indicó “Ahora, ¿cuál es el problema de las plantas desalinizadoras? Es que generan salmuera y eso termina afectando el suelo marino de manera importante».

Ante estas declaraciones del mandatario la Asociación Latinoamericana de Desalación y Reúso de Agua (ALADYR) hizo un llamado a las instituciones de gobierno y a la población chilena a respaldar la desalinización de agua de mar como política pública para generar seguridad hídrica debido a la prolongada sequía que afecta al país y enfatizan “Cuestionar la desalación es retrocedersobre una discusión que ya se dio en España, Israel y Medio Oriente, donde la conclusión fue siempre la misma: el impacto, si las plantas están bien diseñadas y se cumple con normativas ambientales, es mínimo o casi nulo”

Actualmente existen proyectos desaladores funcionando exitosamente en territorio chileno, la mayoría para uso minero, pero también para consumo humano.  En la ciudad de Antofagasta se encuentra la planta desaladora de agua potable más grande de Latinoamérica que abastece al 85% de la ciudad y al 100% de Mejillones. Esta tiene una capacidad de 1.056 litros por segundo y busca alcanzar los 1.600 litros por segundo, siendo la ciudad de mayor población en América Latina cuyo suministro de agua potable se origina en la desalación de agua de mar. Sin embargo, en Chile tan solo el 1% de la demanda de agua potable proviene de esa tecnología.

Experiencia internacional

Según la Asociación Internacional de Desalinización más de 300 millones de personas en el mundo dependen de agua desalinizada para algunas o para todas sus necesidades diarias. Contrario a lo que se cree, la desalación es una opción sostenible, este proceso es una alternativa probada para abastecer y garantizar el recurso hídrico en otros países.

En Israel aproximadamente el 80% del agua potable se genera a través de la desalación, pero para el funcionamiento de estas plantas tienen regulaciones estrictas para la extracción de agua del Mar de Galilea y de acuíferos. También implementaron un sistema de irrigación por goteo y el reúso de aguas para el sector agrícola, medidas que buscan mantener un balance de la oferta y demanda del agua. Además, las autoridades de Israel se preocupan de monitorear y reducir el impacto que generan al medio ambiente estas estructuras.

Minería sustentable

El recurso hídrico forma parte fundamental de las operaciones mineras que se desarrollan a lo largo del país, por esta razón es que esta industria comenzó a buscar alternativas como el agua de mar, que además de ser una solución factible, permitiría desarrollar una minería sustentable en un futuro cercano. Actualmente, dicho sector cuenta con 8 desaladoras y 3 sistemas de impulsión de agua salada en funcionamiento a nivel nacional. Estas representan el 25% del agua fresca no recirculada. Asimismo, existen más de 15 proyectos de empresas productoras para la construcción de nuevas plantas de este tipo que estarían operando en Chile el año 2028.

Según la información expuesta por el Departamento de Gestión de Proyectos del Ministerio de Minería, extraída de un informe realizado por la Comisión Chilena del Cobre (Cochilco), se resalta que en un plazo de 10 años esta minería nivelará en partes iguales el consumo de agua continental y la de mar, todo gracias a estas 15 nuevas iniciativas y los 11 proyectos de suministro de agua salada, tanto de uso directo como desalada. Así, un 53% de los recursos hídricos destinados para la minería provendrían de agua continental y un 47% del mar, todo esto para el 2031.

En esta materia, el ex ministro de Energía y Minería, Juan Carlos Jobet declaró “Tener una cartera de proyectos de desaladoras, va en línea con las metas del gobierno y los esfuerzos de la propia industria minera, de promover el uso eficiente de los recursos, la innovación del sector y el desarrollo de las inversiones de manera responsable con el cuidado del medio ambiente”.

Existen importantes desafíos para desarrollar la desalación como una alternativa sostenible para mitigar la escasez hídrica que afecta a la Región de Coquimbo y al país, según los expertos, para poder aprovechar adecuadamente el potencial que tiene el agua de mar, tanto el sector privado como el Estado necesitan invertir en innovación tecnológica y desarrollo de energías limpias. Además, es de igual importancia involucrar a las comunidades costeras y regular las normas en materia medioambiental para resguardar los ecosistemas aledaños a las plantas desaladoras y de esta esta manera asegurar un equilibrio entre la solución de la escasez hídrica y el cuidado del medioambiente para que lo que se plantea como una solución no se convierta en un nuevo problema.

SEA declara admisible con calificación de urgencia el proyecto

A mediados de Julio, el Servicio de Evaluación Ambiental (SEA) dio luz verde al inicio de la tramitación ambiental del proyecto de desaladora que Aguas del Valle desarrolla para Coquimbo y, además, aprobó la calificación de urgencia para la iniciativa.

“Es una gran noticia para la comunidad, seguimos avanzando con este proyecto, clave para asegurar el suministro de agua potable para consumo humano en la zona en los próximos años. Con la calificación de urgencia los plazos de evaluación se reducen a la mitad”, dijo el gerente de Aguas del Valle, Andrés Nazer.

Ahora comenzará el proceso de evaluación formal, que recogerá el pronunciamiento de todos los organismos sectoriales y de la comunidad, a través del proceso de participación ciudadana. Luego, Aguas del Valle deberá abordar las consultas, entregando información complementaria para que el servicio pueda emitir la Resolución de Calificación Ambiental, que es el permiso que se requiere para iniciar el proyecto y su posterior operación.

El inicio de la construcción de la desaladora estará sujeto a la evaluación de la condición hídrica y se estima un plazo de dos a tres años de construcción desde su aprobación, considerando la conducción de agua potable hasta Coquimbo. “Estimamos que, de no presentarse mayores inconvenientes, y una vez acordada la fórmula de financiación del proyecto, podría iniciarse su construcción y posterior puesta en marcha a principios de 2026”, detalló Nazer.

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