Los lácteos, principalmente las leches han realizado controversia y discusiones a nivel del país por lo que en este boletín se darán a conocer los tipos de lácteos y cuáles se deben preferir para el consumo humano.
Según el Reglamento Sanitario de los Alimentos (RSA) “leche sin otra denominación, es el producto de la ordeña completa e ininterrumpida de vacas sanas, bien alimentadas y en reposo”. En base a lo anterior es que existen tres clasificaciones para las leches:
1.- Leche natural es aquella que solamente ha sido sometida a enfriamiento y estandarización de su contenido de materia grasa.
2.- Leche reconstituida es el producto obtenido por adición de agua potable a la leche concentrada o a la leche en polvo.
3.- Leche recombinada es el producto obtenido de la mezcla de leche descremada, grasa de leche y agua potable.
Por lo tanto, dentro de la industria se pueden encontrar cualquiera de las clasificaciones mencionadas anteriormente y la que más se repite es la reconstituida pero ¿es malo consumirla?.
El hecho de que la leche no sea 100% natural, no tiene ningún efecto negativo en la salud ya que la leche está regularizada y entre ellas aportan una cantidad similar de nutrientes, vitaminas y minerales.
La leche en polvo que se utiliza para la leche reconstituida debe ser sometida a un proceso de altas temperaturas donde se pueden perder algunas vitaminas, sin embargo estas son en baja cantidad y se suplementan en el producto final.
Por lo que se concluye que la leche vendida en Chile, en cuanto a su calidad nutricional no tiene diferencias significativas entre ellas y no se puede preferir una por sobre la otra. El fin último es el consumo de lácteos y la obtención de sus beneficios a través de los nutrientes que aportan, como el calcio, proteínas y fósforo. Por último para fortalecer tus huesos, consume 3 veces al día lácteos bajos en grasa y azúcar, tal como lo indican las Guías Alimentarias Basadas en Alimentos (GABAS) para la población Chilena.
Por: Francisca Muñoz Guajardo.