El medicamento se toma todos los días y previene la adquisición del virus en un 90%, demostrando ser una estrategia simple y efectiva para frenar su transmisión.
Hace dos años, Patricio Miranda estaba revisando sus redes sociales como de costumbre, cuando se topó con una publicación del Hospital de Coquimbo que llamó su atención. El contenido hablaba de una pastilla que prevenía el contagio del VIH al tomarla a diario, y además se ofrecía de forma gratuita a quienes se inscribieran en un programa.
Se trataba de la llegada de la Profilaxis Pre-Exposición (PrEP), una estrategia inédita en la región que buscaba que más personas pudieran tener acceso a esta forma de prevención contra el Virus de la Inmunodeficiencia Humana (VIH). Si bien era algo desconocido para la zona, Patricio ya lo había escuchado antes, por lo que no dudó en consultar. “Yo sabía que existía esta pastilla, pero no que estaba aquí, tan cerca, entonces cuando leí el post vine de inmediato a consultar al hospital. Lo hice más que nada por cuidarme, más de lo que ya lo hacía antes, porque es un riesgo menos”, señala.
Natalia Huerta, matrona encargada de este programa, explica que el medicamento está disponible en el hospital desde el año 2023, y que efectivamente tanto la píldora como el seguimiento necesario, son gratuitos para los usuarios FONASA. Aunque detalla que la estrategia está enfocada en personas que pudieran tener un riesgo más elevado. “Está pensado para quienes tienen frecuentemente sexo casual sin condón, aquellos que suelen tener sexo con alguien que tiene el virus (pero que no está en tratamiento o no ha logrado su éxito), quienes han sido diagnosticados con alguna Infección de Transmisión Sexual (ITS) en el último tiempo, o que ejerzan o consuman el comercio sexual”, precisa.
A todos los usuarios se les realizan controles cada 3 meses, los que incluyen testeo de ITS, vacunas contra la Hepatitis B, Hepatitis A y Virus del Papiloma Humano hasta los 26 años. Desde que comenzó esta estrategia, 153 usuarios se han inscrito para recibir el medicamento, y un 22% lo hizo por ser pareja de una persona seropositiva recién diagnosticada. “El éxito del medicamento permitió que ninguno haya adquirido la infección, incluso cuando el riesgo era muy alto. Esta es una tremenda oportunidad porque permite a las parejas seguir disfrutando de su vida sexual de forma segura y autónoma, sin miedo a adquirir el VIH”, agrega Huerta.
Ese fue el caso de Miguel Véliz, cuya pareja actual es VIH positivo, y a pesar de que hoy está indetectable, hace dos años la situación era muy distinta. “Esto significó una gran tranquilidad, no tanto para mí, sino que para mi pareja, porque se ponía nervioso por su condición. Yo había leído algún artículo por ahí sobre PrEP, pero no con tanto detalle, después investigué y le he contado a hartos amigos. En mi caso el programa ha sido súper bueno porque además nos realizan exámenes y el tratamiento ha actuado muy bien, me lo tomo todos los días a las 9 de la noche”, comenta.
¿Cómo funciona la píldora y de qué forma puedo acceder a ella?
Para acceder al programa PrEP se debe pedir una hora en la Unidad de Infectología para una evaluación, donde tras la entrevista previa y algunos exámenes, se realizará el ingreso y posterior entrega del medicamento. “La persona tiene que venir una vez al mes a la farmacia del hospital a buscar un frasco de 30 píldoras. Las recetas se renuevan cada 3 o 4 meses, según el control que agende, donde junto a la toma de muestras de forma constante, también descartamos infecciones por VIH, sífilis y evaluamos parámetros generales de salud. La pastilla se toma todos los días a la misma hora, aunque hay ciertos esquemas que se pueden acomodar según el riesgo que exista, pero en general se recomienda una dosis diaria”, complementa la matrona del Hospital de Coquimbo.
Junto con estos controles, el programa también permite el acceso a consejerías donde se enfatiza en prácticas de sexo seguro sin juicios de valor, entregando educación en un espacio confidencial. Esto permite a las personas resolver dudas que quizás no se atreven a consultar en otros contextos, ya que a veces quienes verdaderamente están expuestas no lo sienten así.
“Yo tengo una política de que creo que todos vivimos con VIH en el cuerpo, activo o inactivo, y hay que hacernos responsables de ello. Una forma de hacerlo es cuidándome para que no habite en mí, pero siendo super consciente de que está. Creo que muchos vivimos con ignorancia y eso hay que combatirlo con conocimiento e información. El dar mi testimonio aquí es aportar con un granito de arena a eso, a decirle a toda la población que pueda, ya sea heterosexual, bisexual, trans o cualquier identidad que te identifique, que es importante venir y preguntar para poder acceder al programa”, resalta Carlos Pacheco, quien cumplirá dos años recibiendo PrEP en el recinto.
Es importante destacar que toda la estrategia de Profilaxis Pre-Exposición es llevada a cabo por un equipo multidisciplinario compuesto por médicos, enfermeros, TENS, matrona, químico farmacéutico y trabajadora social, y también considera un conjunto de prestaciones de salud y medidas preventivas, como entrega de preservativos, lubricantes y atenciones médicas, según corresponda.