Cada 21 de mayo recordamos el Combate Naval de Iquique, símbolo del valor y el sacrificio chileno. Pero ese enfrentamiento fue solo una de muchas batallas libradas durante la Guerra del Pacífico. En esas otras trincheras —en tierra y en mar— también combatieron hombres valientes nacidos en nuestra región, como Raimundo Ansieta, Pedro Regalado Videla y Carlos Ansieta, cuyas historias queremos rescatar en #EsHoy.
Pedro Videla, el médico héroe de la Covadonga que murió salvando vidas
Oriundo de Andacollo y formado como médico y marino, Pedro Segundo Regalado Videla Órdenes fue uno de los protagonistas anónimos de la Guerra del Pacífico. A bordo de la goleta Covadonga, resultó gravemente herido por un proyectil disparado desde el Huáscar durante el combate naval de 1879. La herida en sus pies le provocó una hemorragia que lo mantuvo por diez horas debatiéndose entre la vida y la muerte.
Pese a su crítica condición y la ausencia de otro profesional de salud, Videla continuó dando instrucciones para detener el sangrado, sin éxito. Murió a bordo del navío y su cuerpo fue desembarcado en Tocopilla. Fue enterrado primero en La Serena, y sus restos fueron trasladados en 1920 al Monumento a los Héroes de Iquique, en Valparaíso.
Hoy su memoria persiste en calles que llevan su nombre y en el Buque Patrullero Médico Dental Cirujano Videla, de la Armada de Chile.
Carlos Ansieta, el abanderado herido que no dejó caer la bandera
El vicuñense Carlos Luis Ansieta Varela participó activamente en la Guerra del Pacífico, combatiendo en el Desembarco de Pisagua y en las batallas de Dolores, Tacna, Chorrillos y Miraflores. Ascendido a subteniente, fue designado abanderado del regimiento Coquimbo, rol que lo puso en el centro del fuego enemigo durante la batalla de Tacna.
A solo 200 metros del regimiento boliviano Murillo, recibió múltiples impactos de bala en sus piernas y brazo derecho, aparentemente dirigidos al estandarte chileno. A pesar de sus heridas, se negó a soltar la bandera hasta ser relevado. “Nuestra bandera ha sido atravesada por 10 balas”, consignó el parte oficial. “El subteniente abanderado Don Carlos L. Ansieta fue herido gravemente y reemplazado por el subteniente Don Juan J. Varas”.
Tras su recuperación, Ansieta se reintegró al ejército y, tras la toma de Lima, regresó a Vicuña, donde formó familia. Sus restos descansan hoy en el cementerio de su ciudad natal.
Raimundo Ansieta, el estratega serenense de la Guerra del Pacífico
Nacido en La Serena en 1843, Raimundo Ansieta Blanche, hijo de una reconocida familia local, desarrolló una destacada carrera militar en el sur del país. Aunque se había retirado, se reincorporó al ejército con el estallido de la Guerra del Pacífico, siendo designado miembro del Estado Mayor General, clave en la planificación administrativa y logística del conflicto.
En 1880 asumió como Jefe del Parque General del ejército, dirigiendo batallones en las batallas de Chorrillos y Miraflores. Más tarde fue nombrado Comandante General de Armas de Antofagasta, cargo que desempeñó hasta 1882.
