La educación, que forma parte esencial para el desarrollo y crecimiento de una comunidad, hoy se ve afectada por la carencia de acceso de agua potable y que impide el correcto funcionamiento de las escuelas rurales.

Este problema ha sido invisibilizado sin dimensionar el real impacto que tiene en niños, niñas y adolescentes, pues las escuelas rurales cumplen un rol transversal en su población. No sólo son un centro de formación sino también un punto de encuentro comunitario y muchas veces de alimentación para miles de niños.

La comuna de Río Hurtado hoy alerta que sus establecimientos no puedan asegurar un abastecimiento confiable, lo que implica perjuicios importantes para los docentes y estudiantes, ya que no sólo deben preocuparse de la educación, sino que también de encontrar las mínimas condiciones para ello.

Ante esto autoridades de la comuna limarina, encabezada por su alcaldesa Carmen Juana Olivares, buscaron algunas soluciones, por ejemplo, solicitar al ministerio de Educación que 20 de sus establecimientos tuvieran solo media jornada, “para poder garantizar una buena estadía dentro de los establecimientos, que la comunidad escolar tenga el agua para su lavado de mano frecuente, hay que recordar que estamos en pandemia”, explicó la jefa comunal.

No obstante, solo les llegó una resolución del ministerio de Educación, donde les daban la opción de aplazar el inicio de clases hasta el 28 de marzo. “Para ellos es como si no existiera la pandemia y lo último que me respondieron fue que nosotros siempre habíamos estado en sequía entonces no sabían de que me quejaba”, contó Olivares.

En conversación con Radio Guayacán, la alcaldesa aclaró que las autoridades han estado completamente ausentes. “No he recibido ninguna visita, ni del provincial, ni regional para ver las condiciones de los establecimientos, están solamente hablando desde el escritorio”.

Una comuna que se seca

Río Hurtado, al igual que otras comunas de la Región de Coquimbo, debe subsistir a través de camiones aljibes que entregan agua a las familias que priorizan entre el consumo humano o el regadío de sus cosechas, lo que afecta gravemente el rubro del ganado caprino, apicultura y la exportación de frutas.

En este sentido, Carmen Juana Olivares mencionó que junto a los servicios involucrados buscan profundizar los pozos, “estamos trabajando en potabilizar otras fuentes de agua. No es que nosotros nos quedemos esperando que llueva”.

Asimismo, informó que la comuna funciona con un sistema de APR. “Los pozos han bajado mucho, por lo tanto, nosotros ya hemos tenido dos comités que han perdido completamente sus napas de agua y son abastecidos con camiones aljibes”. Y agregó que “nosotros tenemos restricción en ciertos horarios, todo depende del agua que se junte en los sistemas y es la que se reparte al día siguiente.